Adiós George: La primera extinción de 2019
El caracol George era el último de la especie Achatinella apexfulva, un caracol arborícola típico de los bosques hawaianos. Su muerte supone la primera extinción de este 2019.
Por Lourdes García U.
Servindi, 14 de enero, 2019.- El caracol ‘George’, tenía unos 14 años y era el último de su especie, la ‘Achatinella apexfulva’, un caracol arborícola típico de los bosques de Hawái.
La División de Silvicultura y Vida Silvestre de Hawái de Estados Unidos, informó el fallecimiento del molusco, a través de su cuenta de Facebook y en un comunicado titulado RIP George.
Tras una larga vida, el caracol falleció el día de Año Nuevo de 2019, convirtiendo a la Achatinella apexfulva en la primera especie extinta conocida del año; así lo indicó David Sischo, biólogo de la vida silvestre con el programa de invertebrados de Hawái.
Según indican en The New York Times, su muerte es el símbolo de la drástica disminución de la población de caracoles terrestres, otrora fántasticamente diversos en Hawai, así como de la rápida extinción de especies en todo el mundo.
“George”
Los científicos estiman que docenas de especies se extinguen cada día, pero pocas reciben tanta atención por parte de los medios. La razón es que el caracol ya tenía un nombre, manifestó Michael G. Hadfield, fundador del programa destinado a proteger a los caracoles en Hawai al diario El País.
Fue bautizado así, en homenaje a la famosa tortuga de las islas de los Galápagos, conocida como ‘solitario George’, cuya muerte en el año 2012, dio fin también a su especie.
Fue bautizado así, en homenaje a la famosa tortuga de la isla de las Galápagos, conocida como ‘solitario George’, cuya muerte en el año 2012, dio fin también a su especie
“Aunque de linajes evolutivos muy diferentes, ambos Georges vivieron vidas sencillas en cautiverio. Se llevaron silenciosamente millones de años de evolución y su genoma completo al olvido”, lamenta el departamento de Vida Silvestre.
En Hawái, los caracoles eran especialmente abundantes, así se registra en documentos del siglo XIX en los que se asegura que en un solo día se podían recolectar hasta 10.000 ejemplares.
Sischo dice que, achatinella apexfulva fue el primero de más de 750 especies de caracol de tierra de las islas hawaianas en ser descrito por la ciencia occidental.
Esta primera descripción vino de una cáscara en una ‘lei’ (palabra hawaiana que hace referencia a una guirnalda o corona) dada al capitán George Dixon mientras estaba atracado en la isla de Oahu alrededor del año 1787.
“Apex Fulva, o punta amarilla”, era un rasgo que muchos de sus tipos mostraban y es por lo que fueron nombrados. Los caracoles, fueron distribuidos en Oahu en el centro-norte de las montañas Ko’olau, y debido a que se reproducieron en elevaciones más bajas se hicieron fácilmente accesibles y usados en grandes cantidades para las ‘lei’ debido a la belleza de sus caparazones.
Unos pocos bebés nacieron, pero cuando el laboratorio experimentó una muerte por razones desconocidas, todos los achatinella apexfulva perecieron quedando un solo individuo, y ese era George
Así, en 1997, los últimos 10 ejemplares conocidos fueron llevados a un laboratorio en la universidad de Hawái para la cría cautiva. Unos pocos bebés nacieron, pero cuando el laboratorio experimentó una muerte por razones desconocidas, todos los achatinella apexfulva perecieron quedando un solo individuo, y este era George.
“George maduró en una jaula por sí mismo, y aunque le llamamos “Él” el caracol era un hermafrodita, que tenía partes masculinas y femeninas. Desafortunadamente, achatinella apexfulva parece haber sido una especie de cruzamiento obligado, lo que significa que necesitaba un socio para reproducirse”, mencionan en la publicación.
“Durante su vida, George estaba a menudo en el centro de atención, un embajador por la difícil situación de los caracoles de la tierra hawaiana. Fue destacado en muchos periódicos, revistas y artículos en línea, y cientos de niños de la escuela y visitantes del laboratorio lo vieron con entusiasmo, el último de su clase”.
“Tristemente, su paso es también un presagio de lo que viene por nuestros restantes (caracoles de árbol) si más no se hace rápidamente para protegerlos de las especies invasoras y el cambio climático. Muchos de los caracoles terrestres restantes de la isla se enfrentan a una extinción inminente”, escribieron.
Un pedacito de George
“Más de 750 especies de caracoles terrestres fueron descritas en las islas, lo que representa uno de los ejemplos más impresionantes de radiación adaptativa de especies en el mundo. Lamentablemente, se estima que más del 90 por ciento de esta diversidad se ha perdido”, afirma la web del programa contra la extinción de los Kāhuli (caracoles).
Sin embargo, en 2017, un pequeño fragmento de dos milímetros del pie de George fue recogido, usando una hoja de afeitar estéril, y se metió en un vial de medios de color rosa.
La División de Silvicultura y Vida Silvestre de Hawái, mantuvo vivo el tejido mientras que fue enviado rápidamente a San Diego. El fragmento de tejido de George, permanece aún con vida en una congelación en el zoológico de San Diego.
“Aunque en la actualidad no es posible clonar un caracol, ciertamente será algún día”, finaliza la publicación de la División de Silvicultura y Vida Silvestre de Hawái.
Fuente: https://www.servindi.org/actualidad-noticias/14/01/2019/adios-george-la-primera-extincion-de-2019
Foto: David Sischo.