El esmad tortura, asesina y remata un liberador de la Madre Tierra
Así actúa el poder en Colombia: en el escritorio oferta una finca, en el terreno asesina un liberador.
El poder que gobierna Colombia ataca hoy nuevamente la liberación de la Madre Tierra y asesina un liberador.
Desde la mañana de hoy 6 de junio la “fuerza pública” llegó otra vez vuelta a intentar un desalojo en Corinto. Las comunidades nos encontrábamos en alerta por lo que ni el esmad ni los corteros pudieron causar mayores daños en los cambuches. “Les dejamos un poquito para que no perdieran el tiempo”.
Después de Corinto el ataque se concentró en Vista Hermosa, a donde el esmad llegó con la brutalidad que le caracteriza. Con un ataque frontal dispararon y le causaron la muerte a Jeferson Tróchez, joven de 17 años. Otro menor de edad asesinado por el estado colombiano. Y con tanta crueldad. Después de dispararle y herirlo el esmad no permite que la comunidad lo auxilie; lo arrastra unos 30 metros, lo cubren, lo golpean por todo el cuerpo y le provocan heridas con arma corto punzante. La Fiscalía fue testigo, venía con el esmad y la policía. A ver si agiliza la investigación.
Con el ataque de hoy, el gobierno de Duque suma otro muerto a su prontuario. La verdad jurídica, que tanto tiempo toma entre el ir y vernir de lo nacional a lo internacional, dará una sentencia en unos años en la que dirá que la responsabilidad es del estado colombiano. Como liberación, como testigos que somos de este asesinato, lo decimos de una vez: el estado es el culpable y Duque no se salva. Qué joyita que tenemos por Estado, cómo acumula asesinatos, masacres, ecocidios, genocidios… ¿Quién le cree?
El ataque de hoy lo entendemos como una jugada de cálculo marrullero por parte del poder. Al escritorio envían un mandadero a ofertar una finca que está en proceso de liberación. En el terreno, hoy asesinan a nuestro compañero. ¿Alguien que siga confiando en estos marrulleros?
¿Y quién es el poder? Quienes detentan el poder económico y político, que controlan el legislativo, que condicionan el judicial, que acaparan los medios en este país y que mandan o contratan el poder policial, militar y paramilitar. Todos cortados con la misma tijera. Y ese poder tiene un plan y una estrategia contra la liberación de la Madre Tierra y contra los procesos alternativos e incómodos de este país. Los ataques son la parte visible, lo demás ocurre bajo la mesa o en los sótanos del estado.
No nos dejamos confundir ni atemorizar. Nos duele la muerte de Jeferson y convertimos ese dolor en camino. Reiteramos que no vamos a negociar la memoria de nuestros muertos. Los puntos de liberación no nos dejaremos dividir. Si llega la hora de negociar, que la vemos lejana, todas las fincas entran al baile.
Ahora que hemos andado en la Marcha de la comida en cuatro ciudades, hemos visto muchos ojos, apretado muchas manos y sabemos que el tejido va creciendo. Por ahí vamos a seguir. Les convidamos a mantenernos tejiendo y a coger fuerza desde cada rincón, desde cada comunidad, desde cada cuenca, desde cada morro, huerta, parque, jardín, casa, cuerpo, corazón.
Finalmente en Vista Hermosa no lograron hacer daño en los cultivos ni en los cambuches. Como para desalojarnos de una vez para siempre se concentraron con crueldad en el cuerpo de Jeferson. Hay un dolor que ahora nos agobia y en él nos unimos a la familia de Jeferson. En él ponemos ahora el corazón. Y que sepa el poder que éste nuestro dolor de ahora no es su triunfo. Lo convertimos en la fuerza con la que decimos: jamás abandonaremos la liberación de la Madre Tierra.
Proceso de liberación de la Madre Tierra
Pueblo nasa, norte del Cauca, Colombia.[:]