Un año con Daniel Felipe: con su sangre estas tierras ya están ganadas
Daniel Felipe era un muchacho muy especial para nosotros como proceso de liberación. Era un niño muy ejemplar, muy juicioso, estudioso, trabajador, buen compañero. Él es como si fuera uno más de la familia mía y del proceso de la liberación. Siendo muy nuevo pero él derramó su sangre aquí en estas tierras que estamos liberando y que seguiremos liberando. El espíritu de él nos acompaña y seguirá acompañando.
Con su sangre estas tierras ya están ganadas. Aún así a mí me duele mucho que hemos perdido a Daniel Felipe y a Javier. Nosotros vamos para cuatro años en este proceso. Daniel Felipe llegaba muy a menudo, veía lo que estábamos haciendo como liberadores y nos acompañaba, varias veces estuvo. Cuando cayó era uno de esos viajes que él venía a aprender del proceso de liberar acá. Pero así como dice un compañero de Corinto que la sangre de ellos no fue derramada en vano y que estas tierras ya son nuestras porque la sangre de ellos no queda así nomás.
Al ver que en estas fincas ha caído sangre nasa, jamás abandonaré la liberación. Este proceso de liberación de la Madre Tierra es milenario. Muchos compañeros más han caído, los 20 del Nilo, Guillermo Paví… pero yo sé que la sangre derramada por ellos no es en vano porque nos dará más fuerza para seguir adelante. Que tengamos un sentido de pertenencia porque la sangre de nuestros mártires no puede quedar allí, que aun más liberaremos la Madre Tierra hasta que se apague El Sol.
Daniel Felipe deja una semilla. Cuando él fue asesinado, el 9 de mayo de 2017, la esposa de él apenas tenía un mes de embarazo. Gracias a Dios y a los Espíritus ese niño ha nacido y se encuentra aquí con nosotros en estas tierras. Él va a ser la fuerza de nuestra resistencia. Junto con la sangre que se derramó de Daniel Felipe, Javier Oteca, Guillermo Paví, Gustavo Largo, seguiremos adelante. Ellos hicieron la abierta de camino para seguir en este proceso; la fuerza y la resistencia que ellos tenían no pueden quedar allí nomás, tenemos que seguir liberando todas estas tierras de aquí para abajo.
Nos alistamos para el Segundo Encuentro Internacional de Liberadoras y liberadores de la Madre Tierra. Estamos muy contentos porque desde que se hizo el documento político se ha agendado un ejercicio de trabajo y gracias a Dios y a los Espíritus, a las organizaciones indígenas y a los compañeros nasas que han aportado un granito de arena se está sacando adelante todo lo que está escrito en el documento político. Estamos contentos porque vemos como liberadoras y liberadores que todas estas luchas y resistencias han aportado un granito de arena y es muy bonito trabajarlo en conjunto y unidad. Y ojalá que más luchas y más organizaciones se unan para sacar este proceso de liberación de la Madre Tierra adelante porque yo sé que así lo están haciendo. Ellos no están aquí con nosotros, pero en otras partes del mundo, en otras etnias y departamentos se está haciendo este proceso. Por eso estamos contentos que cada día se están tejiendo más caminos para que enfrentemos al capitalismo, a las multinacionales y que saquemos este proceso de liberación adelante.
Yo digo como liberadora que soy que este es un proceso a largo tiempo. Este es un bien colectivo y no individual. Como nasa invito a que no olvidemos ese sentido de pertenencia. Que nos sintamos orgullosos de estar haciendo este primer punto de la plataforma de lucha del CRIC, que es liberar la Madre Tierra. Donde quiera que vaya nos sentiremos orgullosos de estar haciendo este ejercicio. Que no olviden ese sentido de pertenencia, que lo sientan desde el corazón, desde el nasa üus.
Escuche el audio:
Liberadora de la Madre Tierra. Proceso de liberación de la Madre Tierra
Pueblo nasa, norte del Cauca, Colombia.