Nueve años y seguiremos liberando la Madre Tierra

Hay dos luchas que estamos dando a la par desde hace nueve años, hoy cumplidos: la lucha por la tierra y la lucha por la Madre Tierra. La primera es por tener una casa y un pedazo de tierra donde sembrar. La segunda, por tener una casa común donde convivamos todos los seres del planeta.

En el camino nos hemos agrupado cientos de familias del pueblo nasa del norte del Cauca en el Proceso de liberación de la Madre Tierra, una lucha autónoma comunitaria que hacemos acompañadas de nuestras autoridades indígenas, como parte de la plataforma de nuestra organización CRIC.

En la lucha por la tierra hemos alcanzado más de 12 mil hectáreas en 27 fincas a lo largo de nueve años, y seguiremos avanzando. En la lucha por y con la Madre Tierra el logro es el mismo: se trata de 12 mil hectáreas menos de monocultivo de caña en el valle del río Cauca, un gran respiro para la Madre Tierra porque la agroindustria cañera acaba la biodiversidad, daña el ciclo del agua, explota a la gente a niveles de esclavitud.

Este número iría creciendo, pero ya ven que cuando una comunidad se enfrenta al capitalismo siempre le lanzan trancas para dañarle el caminado. Entonces hay que aprovechar los obstáculos, sentarse en ellos, tomar aire, ver bien el panorama y seguir y hablar.

– En el norte del Cauca no hay un conflicto interétnico, lo que hay es una lucha directa contra el capital representado en la agroindustria cañera. Por cientos de años, desde los palenques, hemos vivido como vecinos con la comunidad afro, incluso hemos luchado juntos en las guerras de independencia. El campesinado nos apoyó para crear nuestra organización el CRIC. De esto nos habla el video Invasores, que lanzamos el 8 de diciembre. A las comunidades nos quieren poner a pelear entre nosotros para ellos quedarse tranquilos con la tierra.

– A nuestra lucha no le llamamos reforma agraria, le llamamos liberación de la Madre Tierra; liberando la Madre Tierra hemos hecho una reforma agraria de 12 mil hectáreas, sin el apoyo del estado, al contrario, el estado siempre se puso al servicio de los terratenientes agroindustriales, el mayor de ellos Ardila Lulle. Ahora, este gobierno tiene la oportunidad histórica de apoyar nuestra lucha. Pero bien sabemos que también está la tentación de servirse de ella, o de ponerse del lado de los poderosos para ganar posiciones en el ajedrez de la política nacional.

– En el valle del río Cauca hay alrededor de 400 mil hectáreas de tierra sembrada de caña (o las que sean). Si le restamos las 12 mil hectáreas que ya liberamos con nuestra lucha, al gobierno todavía le quedan 388 mil hectáreas (o las que sean) para hacer reforma agraria sin afectar o repartir lo que ya hemos alcanzado con sudor y sangre.

– En las tierras que hemos liberado soñamos, y a veces vivenciamos, relacionarnos con nuestra Madre Tierra de otro modo: volver a ser sus hijos e hijas, con cuidado, con respeto, con cariño. A veces nos confundimos, porque hay muchas presiones, pero persistiremos en ese sueño, desde nuestros saberes y en terreno.

– El video Invasores, que lanzamos al mundo el 8 de diciembre, es nuestra forma como vemos la lucha por la tierra y por la Madre Tierra históricamente: una lucha conjunta entre comunidades, o desde cada rincón, por la misma Madre y contra el mismo enemigo.

– Y por eso decimos: si no liberamos la Madre Tierra, en pocos años el agua en el valle del río Cauca va a escasear, todos los ecosistemas se verán afectados. Es necesario pasar a otra forma de relacionarnos, desde cada rincón, con la Madre Tierra, esto lo venimos proponiendo desde hace años, no es discurso de campaña.

– En este norte del Cauca, y en el valle del río Cauca, hay espacio suficiente para todas las comunidades, desde sus distintas formas de organizarse autónomamente como procesos de base. Todo lo que venga pensado desde arriba ya no cabe en las luchas. Si luchamos por liberar nuestra Madre Tierra es para liberarnos. No es una lucha para cambiar de patrón, también es una lucha para que no haya más patrones.

Hasta aquí nuestra palabra por el día de hoy. Con mucho respeto por los pueblos, las luchas y comunidades que nos escuchan y nos leen,

Proceso de liberación de la Madre Tierra,

14 de diciembre de 2023.

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