Minga Muralista – Palabra de Reflexión, Palabra de Liberación
Articulación Liberación Uma Kiwe Antioquia
Minga de Comunicación – Antioquia
22 de marzo 2019
“Debajo del cemento, está el alimento”. Con esta consigna se caminaba hace un año la primera Marcha de la Comida en la ciudad de Cali; gentes de allí y de otros lugares de esta misma casa escucharon este llamado a liberar los territorios urbanos hastiados de cemento, para en la grieta del asfalto y del sistema regar semillas de autonomía, de re-existencia, de alegría y de libertad.
Ya va un año de esa marcha que de caminar no termina y aquellas semillas regadas en los corazones de lxs que de las garras del monstruo quieren liberarse ya han echado raíces y han brotado cosechas en todas partes, lugares y corazones. En Medellín, por ejemplo, el pasado 22 de marzo, la minga, la juntanza, el compartir, el arte y la palabra liberadora fueron la principal cosecha; oponerle a la dictadura ciudadana del gris cemento la libertad de colorear los espacios que habitamos y reencontrarnos para conversar nuestra relación con la Tierra y con el fruto de su libertad, fue la excusa para de nuevo juntarnos.
La UdeA fue el escenario para hacernos cómplices, para tomarnos algunos de sus muros y pintar su aburrida uniformidad con los colores rebeldes de la diversidad que se niega a ser excluida; colores y contornos de formas que dieron cuenta de los muchos mundos que nos atraviesan y de los muchos otros que están por caminar, por tejer, por desalambrar.
-¿Y qué pinto?. Preguntaba una joven.
Lo que quiera, pero libre y alegre, sin permiso porque de eso se trata, liberarse, darle al mundo el color que queremos, la forma que aún no imaginamos.
Así fuimos caminando… Entre palabras de reflexión, arte y poesía, pinceles y pintura, papeles y engrudo, camisetas y planchas de estampación, transcurrió el día; la biblioteca se vistió de papeles que juntaban el mensaje de la liberación y de ‘Cauca Resiste’, quienes quisieron se llevaron su camiseta estampada con algún mensaje de la liberación, movieron el cuerpo al ritmo de la música caucana y hasta tomaron la chicha de lulo (que decían que era de naranja) , el caso es que, aunque confundidxs, estaba bien fermentada.
Con la boca endulzada y los corazones dispuestos, nos sentamos en el círculo de palabreo propuesto para la tarde. Una mándala espiral en el centro, evocando los elementos a través del fuego, el agua, las piedras, el maíz, la albahaca, la ruda, las flores, la coca, el tabaco y los corazones alrededor de ella, inspiró el lenguajear la Madre Tierra y su liberación desde el sentir de pueblos indígena, campesino, afro y mestizo, en medio de una urbe dispersa y gris, y en una universidad cuyo estudiantado consciente y sentipensante clama por una decolonialidad que dé paso a los saberes, las pedagogías y las experiencias locales ligadas a la Tierra y la ancestralidad.
Se hace perentorio en medio del círculo y con garganta temblorosa de indignación y dolor, anunciar con fuerte sonido a la universidad y a la ciudad que el día anterior fueron masacrados 9 indígenas entre Emberás y Nasas y que otros se encuentran heridos, por un Estado fascista que teme a la voz alzada y rebelde de los pueblos, de la Minga.
Con humo de tabaco elevándose en espiral, en medio de las palabras de protección, de fuerza y de continuidad de lucha para los pueblos indígenas en Minga, continuamos el tejido de la palabra recordando la historia de lucha del pueblo Nasa y el sentido del proceso de Liberación de la Madre Tierra.
Respondiendo en conjunto sobre: a qué nos referimos cuando hablamos de Madre Tierra y cuál es el sentido político de esta forma de nombrar; cómo se está liberando la Madre Tierra desde cada lugar que representamos (territorio, pueblo, saber) y qué acciones se generan; cómo brota el alimento, tanto físico como espiritual y de conocimiento, desde el sentir y el ritmo de una Madre Tierra liberada; se dio vía a la construcción conjunta de los saberes y experiencias, y al tejido de palabras y sentidos en los que el encuentro de realidades y luchas fue prevalente, y a través de los cuales, campesinos, indígenas, afros y mestizos, nos reconocemos hermanas y hermanos de una Madre Tierra que cobija pero que también nos llama urgente a su liberación.
La lluvia cómplice del calor colectivo nos junto un poco más para ver los cortometrajes del proceso de Liberación de Uma Kiwe en el Cauca, sentir de lejos pero fuerte esa lucha a sangre por la tierra y recibiendo la Luna llena, nos sorprendió la poesía para acabar de tejer la noche y sus emociones, para atacar el sentido común con metáforas liberadoras he invitarnos a poner en práctica un llamado de la vida: volver a la Tierra, liberarla para liberarlo todo.
Somos un puñado
De nombres y apellidos
Que no somos nosotros
Tejedores anónimos
De arte cotidiano
Nuestra ética es la tierra y la amistad
Somos nosotros
Raros, raras, diferentes
Con un poquito de mugre en las uñas
Con la maleta al hombro
La existencia en el cuerpo
Y a veces los bolsillos vacíos
Soñamos con cagar
En sanitarios orgánicos
Que en vez de ensuciar el agua
Como absurdo ritual diario de la urbe
Vayan nuestros bollos
Directamente al platanal
Y seamos parte de la tierra
Nuestro valioso excremento
Inigualable abono para los cultivos
He aquí una nueva escuela
El arte de cagar
Juana Andrea del Mar