Incauca, Asocaña y el ejército destruyen cultivos de la liberación. Volveremos a sembrar

Cuando dejamos crecer el monte en las fincas en proceso de liberación nos dicen perezosos, pero cuando sembramos se roban la cosecha o destruyen los cultivos.

Comunicamos que el ejército de Colombia y trabajadores de Incauca y la finca Canaima envenenaron un cultivo de maíz de la liberación de la Madre Tierra. Ocurrió entre la noche del martes 28 y el miércoles 29 de junio. Una vergüenza más para el estado colombiano y la agroindustria de la caña, responsables de este nuevo ataque.

El comando de destrucción de cultivos está integrado por administradores y soldados acantonados en la finca Canaima y trabajadores de Incauca. Entraron en el lote de maíz de más de una hectárea que cultivamos en la finca 19 de junio, punto de liberación. El maíz fue fumigado con un químico que destruye el maíz y la yerba; las matas de plátano y yuca fueron arrancadas. Los postes del cercado fueron sacados y tirados lejos, el alambre fue picado en pequeños trozos.

No es la primera vez que destruyen cultivos. El prontuario del eje del mal, como le llamamos a Incauca, Asocaña y el estado colombiano, ya tiene en su cuenta 300 hectáreas de cultivos nuestros destruidos y fumigados y más de cinco kilómetros de cercos que protegían esos cultivos. Pero cuando los soldados tienen hambre se meten a las huertas de la liberación a robar plátano, ahí sí les sirve nuestra siembra. En estos ocho años de lucha el eje del mal se ha robado 129 patos y 115 pollos y gallinas. El finado Ardila Lule, el hombre más rico de Colombia, y el ejército con mayor presupuesto de la región, envueltos en robo de plátano y gallinas. Ya que ellos no lo hacen, levantamos nuestra voz de protesta porque a los pobres soldados los ponen a aguantar hambre cuando los mandan a defender las tierras que estamos liberando. Es una lucha desigual, porque en la liberación sí nos alimentación bien. En cuanto a lo que nos han robado, tenemos los soportes para cuando llegue el momento de la reparación.

Dejamos en claro que como liberación de la Madre Tierra seguiremos adelante con nuestra lucha. Hoy nos dañaron un cultivo, pronto volveremos a sembrar.

Para seguir caminando como proceso, el 4 de julio nos juntamos en minga los puntos de liberación de la Madre Tierra en apoyo al punto de la Emperatriz y las comunidades asentadas en la finca 19 de junio. Cerca de 200 liberadoras y liberadores limpiamos el potrero que está en los alrededores de la hacienda Canaima, donde el ejército nacional está acantonado. Los ejércitos vienen y se van, la liberación sigue caminando.

Proceso de liberación de la Madre Tierra
Norte del Cauca, Colombia
4 de julio de 2022.

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