En Jagüito con el viento sacamos corriendo al esmad
Por Minga de comunicación. Hoy, 7 de marzo, desde las 4 de la mañana salimos la primera gallada de liberadores y liberadoras a continuar con las tareas en Jagüito, finca en proceso de liberación, a cortar caña y a sembrar comida. Al final de la jornada llegó el ejército y el esmad.
Llegamos con el consejo de la Luna que se acerca a ser mayora sabia, la que tiene sus tres pares de jigras y que sabe cuidar la huerta tul. Desde la madrugada como hasta las 8 y media de la mañana, mayores, mayoras, hombres, mujeres, niños y niñas pasamos por el cambuche de la cocina para saludarnos, encontrarnos, afilar machetes, juntar las semillas. Ya estaba el fondo lleno de maíz mote, muchxs alcanzamos a comer antes de salir y hasta nos alcanzó para cargar un poco de pichanche (fiambre, avío). Ya sabíamos que para almorzar nos esperaba un delicioso mote que las compañeras venían preparando desde ayer. Con esa motivación y con fuerzas recargadas salimos para los sitios elegidos para la minga.
En dos sitios sembramos maíz, yuca, frijol, zapallo. Uma Kiwe recibió las semillas. Por ahora abonadas con la energía e intenciones de nuestros corazones. Un ave que miraba voló a contarle a otras que ya se veía venir la alegría por esas tierras. Mientras tanto, niñas y niños seguían con sus labores de pesca, chupando caña, y en menos de nada hicieron su cambuche bajo una ramada en compañía de los grillos. En otros dos sitios, entre los surcos cortamos buenos tajos de caña para seguir liberándonos con Uma Kiwe.
Fue una minga muy completa: sembramos, cortamos caña, y también hubo pelea. Allí llegaron primero el ejército y luego cuatro camionados de Esmad. Liberadores y liberadoras frentiamos la situación. Al ver la cantidad de nasas, ellos se asustaron y empezaron a disparar primero balas y luego gran cantidad de gases como suele pasar. La comunidad afro nos ayudó a tirar piedra y a amontonar piedra para tirarle al esmad. El espíritu del viento estaba con nosotrxs. En el momento preciso, sopló y les devolvió sus gases al maldingo esmad, y junto con ellos, retrocedieron y se fueron.
Como vemos, una minga muy sabrosa. ¡Se compartió, se gozó! Seguimos en minga por la libertad de nuestra Madre Tierra.