¡No descansamos! El encuentro internacional se mantiene como la lucha… ¡hasta que se apague el sol!

Primer Encuentro Internacional de Liberadoras y Liberadores de la Madre Tierra

El fuego de nuestro Encuentro Internacional de Liberadoras y Liberadores, en torno a la defensa y el cuidado de la madre tierra, continuó avivándose durante el paso del día sábado 5 de agosto; con la llama encendida de nuestros corazones en resistencia, fuimos venciendo las 72 horas de la orden de desalojo del Ministerio de Defensa que pretendía impedir que siguiéramos caminando los senderos que han echado raíces del Proceso Liberación de Uma Kiwe en el Norte del Cauca.

Convencidos de que era en el territorio que aún se encuentra en resistencia, el lugar donde debíamos permanecer apoyando a las comuneras y comuneros que viven en Corinto, le dimos apertura a las jornadas de palabreo, de conversa y reflexión. Eso sí, después de haber tenido un día de re-conocernos y re-encontrarnos.

Este palabreo lo hicimos por comisiones. Así no más, como lo habíamos dicho, sin ponentas ni ponentes, ni seminarios, ni conferencias; un par de personajes reconocidos nacionalmente por su trayectoria en las luchas sociales que siguieron siendo igual de humanos aquí entre todas y todos.

Lo importante es que contábamos con las herramientas más indicadas: nuestras propias voces, experiencias y sabidurías para nutrir los círculos de la palabra que apuntaban a responder ¿Cómo está la pelea de las luchas frente al capitalismo? Compartimos entonces con ustedes el pedacito que alcanzamos a resumir de todas las largas conversas que se echaron a rodar, en este día de reflexiones.

 

Comisión desde la academia

Los y las compas que luchan por la liberación de la humanidad y la madre tierra desde la academia concuerdan que éste es un espacio que se encuentra en disputa hoy más que nunca. Las garras del capitalismo —que quiere, como dicen los que saben, adoctrinar el conocimiento y crear funcionarios útiles para que el sistema y el consumo sigan en las mismas— llegan hasta las universidades, centros de investigación y escuelas de formación queriendo arrasar con los intentos de pensamiento crítico, descolonizador y en armonía con la madre tierra; con las ideas y la creatividad para liberarnos a nosotras mismas y nuestros territorios. Por ello, a pesar de todas  las diferentes ideologías políticas de donde surgen las corrientes de pensamiento, convocamos hoy, a la unidad de quienes tejen en torno al conocimiento y la investigación y buscan constantemente transformar de manera equitativa la realidad.

Las compañeras charlan animadamente sobre cómo está su lucha frente al capitalismo

Comisión de mujeres y luchas feministas

Las mujeres presentes en el encuentro se fajaron los pantalones, y bien concentraditas, se enfocaron en identificar el avance del monstruo capitalista y la resistencia desde sus cuerpos y sus seres. Reconocieron que, aunque se ha ido avanzando, paso a paso en el proceso de liberación de la mujer, todavía hace falta de su presencia en espacios decisorios y que aumente su participación en éstos. Conversaron sobre los machismos de derecha y hasta de izquierda y revisaron las experiencias desde México con la Ley revolucionaria de mujeres Zapatistas –ejemplo que ilumina el camino-. Al final, concordaron también que el enemigo común es el capitalismo, que a través del patriarcado y la violencia, influyen en los mismos compañeros de lucha, encuentran en ellos su casa y los convierten en reproductores de sus patrones de conducta, excluyentes y machistas.

 

Charlando, discutiendo y reflexionando en comunidad, entre todos y todas.

Comisión de luchas antimineras y frente a las multinacionales

 La comisión de los pueblos y comunidades que luchamos y resistimos a toda forma de esclavitud de la madre tierra, reconoció varias situaciones que afectan estos procesos: que los medios de comunicación siguen arrodillados, al servicio del poder; que el Estado utiliza las leyes a su antojo para sabotear los diferentes procesos de resistencias -como quien dice, ‘la ley para los de ruana’- y que la amenaza de todo tipo de actores armados se incrementa en nuestros territorios, defendiendo el hueso del patrón; En palabras de un mayorcito nasa: “En Colombia son las multinacionales las que vienen a hacer la fiesta en paz”

Ya sabemos que somos muchos los procesos de base que resistimos a la explotación de la madre tierra, pero aún no logramos juntarnos, andamos cada uno por nuestro lado, estamos alejados unos de otros y así no logramos cambios de fondo. Ya empezamos por encontrarnos –que es un gran avance-, ahora pensemos ¿cómo lograr vincularnos desde la acción? ¿Cómo unir las fuerzas de nuestros medios de comunicación alternativos y hacer un trabajo mancomunado? ¿cómo ayudarnos, conocernos más, aprender unos de otras? De esta unión, depende poder liberar la madre tierra de toda forma de explotación y abuso. Grande es el reto. ¿Alguna idea?

 

Comisión de luchas estudiantiles y juveniles

Los estudiantes sueñan y se comprometen con la defensa y el empoderamiento de los territorios, con la construcción de una educación que de verdad esté al servicio de los pueblos y la vida, con la unidad de los procesos que buscan liberar la madre tierra desde espacios urbanos y rurales y la recuperación de la identidad de las comunidades, teniendo bien claro que las herramientas principales que tienen para alcanzar estos sueños, son el arte, la cultura, el lenguaje y la comunicación. Mantienen la idea de que es necesario destruir las actuales condiciones que impone el sistema dominante, para retomar el camino de armonía y equilibrio de los pueblos, pues está claro que con el mundo como está, tan ‘patasarriba’, con su actual modelo económico y social, no podemos pensar en la liberación de la madre tierra y mucho menos de los seres que la habitamos.

Al rededor de la tulpa, escuchamos y aprendimos de las reflexiones de los mayores y mayoras.

Comisión de sabedores y sabedoras ancestrales

La conversa de los y las mayoras se realizó en la tulpa, el lugar sagrado del pueblo Nasa. Al calor del padre fuego, la palabra de los hermanos y hermanas de diferentes pueblos, expresó la importancia de retomar los saberes ancestrales, pues de ellos provienen las raíces de libertad y autonomía que se han ido debilitando. Históricamente, las prácticas y rituales han servido para fortalecer la espiritualidad y la fuerza de las comunidades; el equilibrio y la armonía con la madre tierra y con todos los seres que la habitan.

Para pensar como hijos de la tierra, debemos retomar con fuerza nuestra lengua propia. Ha sido desde el lenguaje que nos han colonizado el pensamiento, nos hemos desequilibrado y alejado de nuestra ley de origen, que es la ley de la reciprocidad y la armonía. La tarea grande es revitalizar la lengua propia.

Finalmente, los y las mayoras de las comunidades, nos invitan a seguir fortaleciendo el contacto con la madre tierra, ya que cuando nos separan de ella, no somos capaces de reconocerla como madre, ni como parte de nuestro ser, ni como fuente de vida, cultura y dignidad de los pueblos; lo que nos empuja a explotarla, contaminarla y desangrarla. “Liberar la tierra depende de liberar el corazón, porque tierra y corazón la misma cosa son”.

 

Comisión de guardianes y recuperadores de semillas

Para los y las compas guardianas de semillas, el problema fundamental que se vive hoy en el mundo, es la concentración de la tierra en tan pocas manos, cosa que no es nueva, ya que si hacemos memoria, nos damos cuenta que nace del despojo que históricamente se ha hecho a las comunidades. Esta concentración, genera desigualdad, miseria y esclavitud.

Hoy, hasta la semilla está esclavizada; los grandes laboratorios, que también producen venenos, la esterilizan y la convierten en negocio. Y recordemos que en ella está la memoria ancestral, los saberes de nuestros abuelos y la posibilidad de alcanzar la verdadera autonomía alimentaria. Liberar la semilla, como parte fundamental de la liberación la madre tierra es nuestra tarea. Por eso es tan bonito encontrar gentes con sus caleticas de semillas al hombro, semillas limpias y fuertes. Semillas que encuentran la libertad en el compartir y el truequear.

 

Comisión de liberadores y liberadoras de la Madre Tierra

En esta conversa, concluimos que tenemos la tarea de reconocer, invitar y enamorar a otros sectores sociales en la lucha por la liberación de la tierra; esta lucha no debe ser sólo de las comunidades indígenas: el campesino, el obrero de la ciudad y el negro también tienen el derecho y el deber de hacerla.

Sabemos que el enemigo maneja el aparato militar y lo más peligroso: maneja todo el sistema educativo, metiéndonos basura en la cabeza y en el corazón. Esto es algo que debemos contrarrestar creando nuestros propios procesos educativos y de saberes y prácticas tradicionales. Todos estos procesos deben ir en vía de construir la autonomía de las comunidades al tiempo de dejar de hacerle el juego al capitalismo y al sistema mundo. Si nos preguntamos ¿Para qué la tierra? Nos respondemos: para sembrar, para cultivar, para que la gente tenga dónde vivir, para que la gente tenga qué comer, para que todos los seres vivan en libertad, para seguir cultivando el agua y sobre todo por la autonomía de nuestras comunidades. Por eso debemos pensar en un sistema integral. Queremos tierra libre para tener una vida libre. ¿y usted, ya se animó a iniciar con la liberación?

Así concluyeron las charlas de las comisiones, unas animadas y otras candentes, pero todas con el fin de pasar por el corazón el momento actual que viven nuestras luchas frente al capitalismo. Por hoy la tarea termina y esperamos con ansias a que llegue el día de mañana pa’ proponer qué vamos a hacer, qué camino tomar como pueblos hermanos, frente a todo lo que encontramos hoy.

El teatro, haciendo memoria en el Encuentro Internacional.

Y aunque la tarea concluye, no concluyen los ánimos, ni los compartires, ni las alegrías. Es que parece que brotan por montones en estas tierras en liberación. Por eso, después de unos deliciosos frijolitos como cena, el teatro se convirtió en el protagonista de la noche: primero, con una obra que nos conmovió de pies a cabeza: la remembranza de la masacre de las bananeras, y después, viendo cómo el pueblo nasa libera la madre tierra mientras se enfrenta a la destrucción del ESMAD, cortando y sembrando.

Gritos de júbilo, lágrimas y risas hicieron bajo la noche estrellada, el escenario perfecto para juntar nuestros corazones como hermanas y hermanos que nos mantenemos en cada lugar donde haya que enfrentar a quienes quieren despojar nuestro sueño de verla en libertad, pero no descansaremos hasta que se apague el sol.