Ataque del esmad y desarmonía en la liberación. Es necesario reconstruir el tejido social

El día 25 de enero llegó el brutal ataque de la “fuerza pública” contra la liberación de la Madre Tierra en el punto de liberación El Chimán.

A eso de las 8 de la mañana llegaron 15 camionetas y 3 camiones turbo llenos de ejército, policía y esmad, además de un tractor y una grúa. También llegaron varios trabajadores del ingenio, entre ellos algunos en pantaloneta. Entraron a la sede donde está viviendo la comunidad, donde hay una casa y varios cambuches, los cuales fueron todos destruidos. Dañaron los plásticos, 40 colchonetas, 15 campis, 1 colchón, las ollas, los fondos, los trastes, pailas. Lo que no destruyeron se lo llevaron como la remesa, la panela, un balón y un equipo de sonido. Los trabajadores del ingenio, afrodescendientes, eran los encargados de destruir, junto con algunos esmad, y de echar las cosas al camión. Dañaron las guaduas de los cambuches y la tubería del agua. Bajaron la bandera del CRIC y la rompieron. Dañaron los cultivos de plátano de la comunidad liberadora. Aquí es importante señalar que, aprovechando el desalojo, la comunidad afro del sector dañó 200 matas de plátano de la comunidad liberadora.

Hacia la 1 de la tarde la “fuerza pública” se fue retirando y la comunidad liberadora los iba presionando para que se fueran rápido. En esos momentos nos dispararon. Luego nos concentramos en El Aguacate, un poco más abajo de donde nos hicieron los daños, y luego nos fuimos caminando hacia La Virgen verificando cómo había quedado el terreno. Unos cambuches que tiene la comunidad afro no fueron destruidos por la “fuerza pública”. En La Virgen está ubicada la comunidad afro y cuando iba llegando la comunidad liberadora empezó un intercambio de insultos. Algunas personas nasas intentaron un diálogo en el sentido de que “tenemos que estar más unidos, si viene la fuerza pública a atacarnos nos pueden avisar, porque ustedes están en la ruta por donde pasan”. Se formó un alegato porque un afro empujó a un nasa y luego nos tiró un terrón. Después llegó un afro y nos hizo un disparo. Ahí la comunidad liberadora nos emberracamos y fuimos a perseguir al que hizo el disparo, quien salió huyendo. Lamentablemente en ese momento inició una pelea con piedras donde salieron dos heridos de parte de ellos y dos de nuestra parte. A los minutos volvió el mismo personaje a hacer un disparo pero volvió a huir.

Un liberador nasa fue herido en la frente y otro liberador en un ojo, debajo del párpado y arriba de la ceja. Están fuera de riesgo siendo atendidos en un lugares seguros. Otro liberador fue golpeado en el hombro con una piedra y uno más fue golpeado con una pila de gas que lanzó el esmad en el momento del desalojo.

Lamentamos tener que dar estas noticias. Los intentos de desalojo ya van cerca de 350 durante los últimos siete años pero aquí lo grave ha sido el enfrentamiento entre comunidades propiciado por los ingenios azucaremos y el gobierno con procedimientos deshonrosos. Reconocemos la parte que nos corresponde y hacemos un llamado para que nos sentemos a reconstruir los hechos, reconocer los errores de parte y parte y, con los pasos y tiempos necesarios, reconstruir el tejido social entre comunidades que hemos sido y seguiremos siendo vecinas.

Seguiremos liberando la Madre Tierra haciendo frente a este sistema capitalista representado en la caña de azúcar. Seguiremos convocando a las comunidades afros y campesinas a liberar la Madre Tierra, respetando la diversidad y la autonomía de cada comunidad.

Proceso de liberación de la Madre Tierra
Norte del Cauca, Colombia.

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