A pesar de todos los ataques seguimos en pie de lucha en todas las fincas
Comunicado a los pueblos en lucha y a la opinión pública nacional e internacional
Frente a los hechos que vienen sucediendo en el norte del Cauca, en el contexto de la lucha por la tierra, manifestamos:
– Desde 2005 retomamos la lucha directa por la tierra, desde entonces la llamamos liberación de la Madre Tierra, porque vemos que ya la Tierra está haciendo sus últimos esfuerzos por mantener el equilibrio que permite la vida como la conocemos. La causa del daño a la Madre Tierra es el sistema capitalista, contra este sistema es que luchamos. No se puede sanar el daño mientras exista el sistema capitalista y su sustento de base que es el patriarcado. Mientras otros pueblos y procesos hacen sus luchas según su modo, nosotras y nosotros luchamos contra el capitalismo y el patriarcado entrando en fincas cañeras, acabando la caña, sembrando, pastoreando, haciendo vida en comunidad, devolviendo el manto a Uma Kiwe. Una lucha que implica enfrentar lo patriarcal y capitalista que todos y todas llevamos dentro.
– La lucha por la liberación de la Madre Tierra la venimos haciendo familias de distintos territorios indígenas del norte del Cauca que caminamos la plataforma de lucha del CRIC. Por eso decimos: somos Cabildo, somos Cxhab Wala Kiwe, somos CRIC.
– En el transcurso de esta lucha, especialmente en los últimos ocho años, hemos afrontado todos los peligros a los que se enfrenta una lucha que decide oponerse al capital, que las hemos recogido en “el prontuario del eje del mal”, que dejan cerca de 400 intentos de desalojo, 12 compañeros asesinados y más de 600 heridos y heridas, robos, amenazas, daño de cultivos, todo cometido por estado colombiano a las órdenes de la agroindustria cañera.
– En los desalojos, daños y robos, en los primeros 7 años, la agroindustria cañera dispuso de maquinaria privada, agentes del esmad, policía y ejército y corteros de caña afro. Siempre les dijimos a los corteros: “ustedes son nuestros hermanos, la pelea no es contra ustedes, el patrón les paga un salario de muerte, únanse a nuestra lucha”. Nunca encontramos oídos receptivos y siempre vinieron más desalojos, daños y robos. Antes de 2022 ninguna comunidad afro se había mostrado beligerante contra nuestro proceso.
– El 7 de marzo de 2020 la fuerza pública al servicio de la empresa cañera lanzó uno de sus múltiples intentos de desalojo en la finca Jagüito. La comunidad afro del sector peleó junto a nosotros y nosotras lanzando o amontonando piedras para lanzar al esmad. Las comunidades afro de base de los alrededores de las fincas siempre nos manifestaron que todavía no era el momento de unirse pero que nunca serían obstáculo para avanzar en nuestra lucha. ¿Qué hace que hoy nos lancen piedras o nos disparen con armas de fuego? ¿Quién está detrás envenenando a las comunidades afro?
– Ahora que llega un gobierno alternativo, con una vicepresidente del pueblo afro del norte del Cauca, aumentan los problemas. El gobierno nacional lanza los diálogos regionales de paz, la agroindustria cañera responde afirmativamente mientras recoge pandillas armadas para unirlas a los intentos de desalojo. Desde el 7 de agosto en la mañana, en la finca Chimán el ejército y la comunidad civil afro entran y permanecen en la casa hacienda. En Guayabal hay ataques permanentes de la seguridad privada. A la comunidad que se encuentra en la finca Santa Elena la hostigan permanentemente civiles armados, lo cual deja un saldo de tres heridos. En el sector El Batallón la agroindustria contrata gente armada para que hostigue a la fuerza pública, de ese modo cuando esté la comunidad liberadora en la finca aledaña la atacan argumentando que es la guerrilla. En el Alto El Palo la comunidad afro tapona la vía exigiendo derecho al trabajo y respeto a sus territorios, igual pasó en la vía Corinto – Miranda. Antes se habían movilizado los corteros, empujados por los ingenios, para exigir derecho al trabajo, derecho vulnerado por la empresa cañera. Incauca, Asocaña y Procaña diseñan y ejecutan la tormenta perfecta, involucrando al estado colombiano y a grupos paramilitares mientras el gobierno nacional en lugar de cuestionar el accionar de las empresas les da el beneficio de instalar mesas a donde llegan como santas palomas. Aclaramos que nada tenemos que ver con la acción del 22 de agosto en que vecinos y vecinas del sector de El Palo deciden por su cuenta desalojar el boqueo que había en el Alto El Palo. La pelea no es entre comunidades, la pelea es contra un enemigo grande llamado capitalismo, representado acá en la agroindustria de la caña.
– Se incrementa la guerra mediática contra la liberación. Incauca, Asocaña y Procaña crean cuentas en facebook y pagan comunity manager para alimentarlas y para hostigar con comentarios racistas nuestras publicaciones. La derecha publica artículos en medios digitales en los que nos acusa de “perezosos”, “mantenidos”, “invasores”, que atentamos contra el progreso de la región y que ponemos en peligro 100 mil empleos que proveen las empresas cañeras en la región. Pero guardan silencio ante la implementación de máquinas que remplazan cien corteros/día, la falta de agua potable para gente de los municipios del norte del Cauca, la contaminación del río Palo, que en medio de tanto desarrollo las comunidades afro toman agua de desechos… ¿Con qué mentiras llegarán Asocaña y Procaña a los diálogos regionales?
– Frente a estos hechos no hay pronunciamiento de los organismos de Derechos Humanos: hay civiles armados, o sea grupos paramilitares, junto con el ejército; el ejército usa gente civil afro para entrar y permanecer dentro de las fincas en proceso de liberación; los grupos paramilitares disparan a liberadores dejando heridos. Llegó el plan pistola contra la liberación de la Madre Tierra, organizado por la agroindustria cañera, y hasta el momento los organismos de Derechos Humanos guardan silencio. ¿Le corresponde a la liberación de la Madre Tierra pagar el alto costo de la paz total en el norte del Cauca?
– Ahora, el estado que siempre nos persiguió nos convoca. El gran jefe manda a decir que nos sentemos con los industriales, que alimentemos la propuesta de reforma agraria, que propongamos para el plan nacional de desarrollo. No son invitaciones menores, las estamos considerando. ¿Después de ser el proceso más perseguido en Colombia en los últimos ocho años, ahora la liberación de la Madre Tierra quedará en el libro gordo de las leyes nacionales? ¿El estado colombiano tomará nuestro discurso, nuestros mandatos, como ya han hecho otros estados nacionales con los discursos de otras luchas, y dirá que ya nos reconoció? ¿Ése será nuestro éxito o nuestro fracaso? Estamos considerando las propuestas, porque no son cosas menores.
– Estamos en consultas internas para tratar estas propuestas. Para estas consultas no pedimos financiación del estado, así que la vicepresidenta puede estar tranquila. Nos tomará tiempo, porque los tiempos de las comunidades no son los tiempos del estado. En el estado un grupo de profesionales se reúnen a trazar planes según el dictado de su sabiduría o profesión y en una semana tienen tremendo plan. En las comunidades es necesario reunirnos por puntos de liberación, luego todos los puntos, luego volver a cada punto, aclarar, esperar al punto que no pudo llegar esta vez, preguntar al viento y a las nubes, al canto de los pájaros. Seguimos en estas consultas. Mientras tanto, exigimos lo básico: que no se adelante ningún paso ni se implemente ninguna acción que involucre nuestra lucha o las tierras por las que estamos luchando.
– Los diálogos de paz ya los venimos implementado desde 2015 con las comunidades afro y campesinas vecinas de las fincas en proceso de liberación. Mantendremos esta voluntad y acción de diálogo directo entre comunidades. Hay muchas cosas por decirnos, por aclararnos, por disculparnos. Y también por autoconvocarnos a luchar contra el capitalismo. Como liberación de la Madre Tierra, con todas nuestras fallas y tropiezos, la apuesta es por la vida de todos los pueblos y todos los seres en el planeta. Claro, luchamos por un pedazo de tierra, pero también luchamos para detener el calentamiento global, para que haya comida para todos los seres. En estos años hemos sembrado comida, hemos llevado toneladas de esa comida a las ciudades, hemos hecho encuentros con otras luchas que frentean el capitalismo, hemos sostenido nuestra lucha aún cuando todas las fuerzas del eje del mal nos atacan simultáneamente, ¿cómo nos piden que demos más frutos de los ya alcanzados?
Proceso de liberación de la Madre Tierra
Pueblo nasa, norte del Cauca, Colombia
29 de agosto de 2022.