La minga de corte nos genera conciencia para liberar Uma Kiwe

Este oficio, que dio inicio desde el año 2015 por la comunidad de Huellas, Caloto, continúa el trabajo incansablemente hasta no ver Uma Kiwe libre de monocultivo de caña.

El lunes 10 de abril la minga de corte le correspondía a la zona tres del resguardo de Huellas y allí llegaron convencidos de su lucha a la finca La Emperatriz con sus machetes bien afilados para tumbar caña sin pereza.

Unos afilaban los machetes, otros embotellaban agua para la sed, mientras los más madrugadores ya salían para el corte. De las mujeres ni hablar, desde el día domingo en la tarde ya cocinaban el maíz para el mote, mientras los hombres alegremente confrontaban esta vez no al ESMAD sino con un grupo de muchachos de la comunidad del Chorillo aficionados a la pelota. En el buen sentido de la palabra: “Nos buscaron camorra y aquí los atendimos”, dijo un integrante del equipo anfitrión de La Emperatriz.

El corte empezó desde las 8 de la mañana. Mientras unos empezaban el segundo surco, otras galladitas de 5 y 10 personas apenas llegaban. A las 9 de la mañana se aparecieron las y los compas de la Minga de Comunicación de la Liberación de la Madre Tierra, que venían desde Cali, Palmira, Bogotá, Medellín, Berlín, Alemania y norte de Canadá a dar un saludo para después seguir rumbo al cuarto encuentro de la Minga en Vista Hermosa.

Las mingas de corte y siembra se han venido haciendo permanentemente es por eso que las fincas La Emperatriz y Canaima ya están libres de caña; surgió la necesidad de tocar un nuevo predio llamado San Carlos.

En pleno corte la gente trabaja con alegría, se escuchan gritos que animan a la gente para que trabajen con más fuerza. Las personas que nunca han pasado por oficinas, escuela o universidad, son los que afilan bien el machete para tumbar caña sin pereza. Los que saben del machete tumban hasta 5 surcos sin descansar, sus manos están curtidas del trabajo de campo; son los que tumban una mata de caña sin temor para ver la Madre Tierra libre de terratenientes, libres del pensamiento capitalista.

Esta minga de corte se hizo para conmemorar la muerte Guillermo Paví, quien dio la vida por la vida y que fue asesinado 10 de abril de 2015 por la policía, asesinos y peones al mando de sus amos las empresas privadas y del Estado colombiano.

El trabajo de corte duró hasta el mediodía, mujeres y hombres salieron en fila para la aldea donde las señoras les guardaban el almuerzo y la limonada que no deja de faltar en las mingas.

Las expertas en preparar la comida típica tenían listo el almuerzo, un exquisito mote con pollo desmechado, papas, yucas, plátano y, para rematar, un pedazo de carne; fue el deleite de los y las mingueras. Como entre sabroso y rico gusto no hay disgusto, para los que querían repelar (comer más) no hubo problema porque había mote hasta para los que llegaron después del trabajo.

Después del almuerzo, una pequeña reunión para agradecer a los que participaron en la minga. La comunidad está muy contenta porque se ve un gran avance en la liberación y se constata que la muerte de Guillermo Paví no fue en vano porque la lucha sigue con más fuerza a pesar de decenas de atropellos por la policía.

Un mayor que conversa con su gallada, dice que ya es hora de sembrar más comida, como yuca, zapallo, cacao, plátano, maíz y fríjol para recuperar el suelo de la contaminación que deja el monocultivo de caña.

La tierra en la Emperatriz y Canaima ya está liberada de cultivos de caña; en la aldea hay ranchos, los liberadores y liberadoras crían gallinas, ordeñan una vaca, juegan con los perros, perras y gatos, juegan fútbol; y siembran maíz, fríjol, tomate, orégano, zapallo, yuca, rascadera, tomillo, cimarrón, limoncillo, yerba alegre, sábila, ruda, yerbabuena…